Para Pedro Calderón de la Barca la vida no es más que un papel que Dios entrega al ser humano. Esta visión explica el interés del dramaturgo por temas como la predestinación y el libre albedrío y deja ver su razonamiento religioso. Calderón de la Barca sintetiza el pensamiento católico y las controversias teológicas de su época.
Según su concepción, pesimista, del mundo el papel que Dios entrega no puede rechazarse, pero aun así hay ciertas libertades. Aunque no haya derecho a escoger qué se va a ser en la representación que es la vida, se puede escoger como representarlo. En La vida es sueño a Basilio se le anuncia que su hijo, Segismundo, será un tirano; Segismundo puede rechazar el lugar en que lo ha colocado Dios, ser príncipe, pero, sin saberlo, puede contradecir lo predicho.
El tema de la redención también es tratado por Calderón de la Barca en la misma obra; la posibilidad de redimirse ante el Señor es la muestra de su misericordia, de que aunque se yerre se merece una segunda oportunidad. Cuando Segismundo cae en cuenta de su error, se hace merecedor de dicha misericordia.
Por orden de Dios, el rey será rey y el villano, villano; mas está en ellos ser "bueno" o "malos", tener honra y respetar la de otros o no. La temática de la honra abunda en el teatro del Siglo de Oro; la honra va más allá de la sangre, pues es cuestión del alma y éstas pertenecen a Dios. Por ello es tan importante cuidar la honra, porque es el elemento que conecta a los seres humanos con la divinidad, los acerca. "Los dramas de Calderón lo son más de honra que de celos. En estos dramas nunca se llega al adulterio, cosa que no toleraría la época, sólo se llega a sospechas; por eso todo se esfuma en nubes de retórica. Los celos no son, pues, el móvil dramático." (Fernández López) La honra del alma, no la de la sangre o el nombre, iguala a los hombres ante Dios. El tema de la honra en Calderón de la Barca se desarrolla en torno a como el ser humano representa su papel y qué hace con las opciones que la vida le ofrece.
"Es evidente que en este pasaje Pedro Crespo se refiere al temor de que su honor y el de su familia pudieran verse afectados" (Correa Mujica) La honra no es individual, responde a un colectivo pues adquiere un nivel social. Al igual que otros dramaturgos, Calderón de la Barca coloca a sus personajes en la necesidad de resarcir su honra. En el caso de El alcalde de Zalamea la hija de Pedro Crespo es deshonrada por un militar al servicio del Rey por lo que el padre tras mucho rogarle al hombre y no obtener nada termina por acusarlo por el hecho y lo ajusticia sin temor, pues para él ahí se encuentra la justicia. Don Álvaro, no corrige sus acciones y con la muerte es llevado al juicio de su alma cuyo mal obrar habrá de condenarla; si Pedro Crespo le rogó para que se casara con su hija, y así devolverle la honra a su familia, y Don Álvaro no accedió es porque no se dio cuenta que desperdiciaba las oportunidades, que Dios y la vida le daban, para corregirse.
Bibliografía
- Correa Mujica, M. (s.f.). El campesinado y el concepto del honor en El alcalde de Zalamea de Pedro Calderón de la Barca. Obtenido de Letralia: http://www.letralia.com/70/en02-070.htm
- Fernández López, J. (s.f.). Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Obtenido de Hispanoteca: http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Siglo%20XVII-Barroco/Pedro%20Calder%C3%B3n%20de%20la%20Barca.htm
Grupo:
Fabiola Fulco
Jesús Zerpa
Maria Valentina Aular
Añadimos el link "Pedro Calderón de la Barca: adaptaciones cinematográficas" al Pasaporte del Siglo de Oro
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