lunes, 16 de noviembre de 2015

El Arte del Concilio de Trento



El Concilio de Trento, es el consejo ecuménico de la Iglesia Católica Romana, se llevó a cabo en Trento en el norte de Italia entre 1545 y 1563. Esto marcó un importante punto de inflexión en los esfuerzos de la iglesia católica para responder al desafío de la Reforma Protestante y formó una parte clave de la Contra-Reforma.


La Iglesia Católica tuvo que asumir el difícil papel de poner en funcionamiento los decretos del Concilio de Trento; su acción tomó el nombre de Contrarreforma y fue dirigida por las órdenes religiosas, en especial por los jesuitas. Estos usaron el arte como medio para inducir a las masas a aceptar las verdades enseñadas, en realidad, lo que hizo fue retomar las doctrinas medievales que consideraban que el arte, igual que la filosofía, estaban al servicio de la teología.


La Contrarreforma encuentra en el Barroco su plenitud artística: hay un emocionalismo y un sentimentalismo, un deseo de hurgar en el dolor, en la aflicción, en las heridas y en las lágrimas lo que constituye el sentimiento barroco. La Contrarreforma supo ver en las fuerzas inconscientes y afectivas, no racionales, las nuevas condiciones de lucha, basando la propaganda, mas en la emoción que en el pensamiento; desarrolla un arte religioso barroco, es decir, un arte emotivo, teatral, con gran sentido escenográfico que se vale de la sugestión y del prestigio. Un estilo que combina las artes de la arquitectura, la pintura y la escultura actuando sobre el espectador, invitándole a participar de las agonías y éxtasis de los santos.


El concilio de Trento fue la olla del diablo, muchos científicos, artistas y filósofos fueron interrogados por el tribunal de la Santa Inquisición; uno de los interrogados fue el Veronés, el año de 1573, gracias a sus altas y principales amistades se salvo de la muerte. El cuadro que fue renombrado como "La cena de Leví" contenía imágenes no agradables para los "representantes de Cristo en la tierra", después del interrogatorio la "nariz sangrando", detalle de seguro fabuloso, tuvo que ser borrado por el pintor, pero, el perro, el bufón, el papagayo y los alabanderos alemanes quedaron en la pintura.



Fuente: http://homo-artis.blogspot.com/2010/04/el-concilio-de-trento-y-el-arte-del.html
Aporte de: Maria Laura Alcalá
                 Génesis Gonzalez




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